Considerado uno de los parques más bonitos del mundo, fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Un lugar mágico donde naturaleza y arquitectura se armonizar espirituamente. Decorado con la técnica del trencadís que consiste en cubrir las superficies con fragmentos irregulares de cerámica azulejos o vidrio. Concebido como urbanización residencial burguesa, hoy es el símbolo de la ciudad. Mn. Bruno Bérchez, fascinado por el parque desde niño, se ha adentrado en el sueño de Gaudí y Güell para escribir un libro donde descubre su riqueza simbólica.
Barcelona, España.

Desde el parque se puede disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad de Barcelona.
Un lugar fantástico proyectado por Gaudí
Cuenta el autor del libro que, la fascinación que provoca Gaudí en personas de culturas, creencias y procedencias tan diversas, viene del simbolismo y de la inspiración en la naturaleza del arquitecto genial. Gaudí decía que su modelo es el árbol que tenían delante, pero ese árbol lo ha hecho Dios y él como creyente, interpreta que, su trabajo, es continuar la obra de Dios, por ello su obra es tan orgánica y original. Original, es decir, volver al origen que está en la creación del gran artista que es Dios.
En Gaudí i el Park Güell: viatge a l’interior d’un somni, de Mn. Bruno Bérchez (1977) se plantean nuevas hipótesis sobre el propósito original del Parque Güell. La vida del autor del ensayo ha estado muy vinculada al parque: iba a la escuela de enfrente, jugaba allí de pequeño y fue bautizado de adulto en la iglesia del Cottolengo, al lado del parque. Estudió Diseño Gráfico y, tras una experiencia de conversión, entró en el Seminario diocesano de Barcelona. Licenciado en Filosofía y Teología, fue ordenado sacerdote en 2007, rector de varias parroquias del norte del barrio de Gràcia, entre ellas la de Mare de Déu de la Salut, a la que pertenece el Park Güell. Bérchez. Para escribir este libro ha estudiado el contexto social, cultural y religioso de la época en la que se soñó el proyecto, een la Cataluna de principios del siglo XX.
En el mundo burgués catalán de esa época destaca el señor Güell, culto, artista, sensible, sensato y con mucho dinero. Tenía negocios en el mundo textil y por ello viajaba mucho a Inglaterra de donde cogía ideas. El señor Güell amaba Cataluña, era un patriota, pero no era independentista, de hecho, el rey Alfonso XIII lo nombró Conde. Conoció a Gaudí en una exposición de París y le encantó como arquitecto, los dos concectaron muy bien dado que tenían valores afines. En 1900 le encargó realizar un parque residencial con una finalidad específica: hacer un parque residencial donde fueran a vivir familias burguesas de la zona. El Conde estaba casado con Isable López y Bru hija del Marqués de Comillas, un naviero y comerciante de esclavos que era uno de los hombre más ricos de España. Gaudí siempre estuvo agradecido al señor Güell a quien consideraba un señor que le abrió las puertas a la burguesía catalana. El arquitecto creativo y genial encontró quien se fió de él para material las ideas.
Los industriales catalanes consturían en el campo unas colonias: las fábricas, viviendas, colegios, iglesia, para que, sacándo a los obreros de la ciudad trabajasen sin influencias externas como las ideologías que hay en el mundo industrial como anarquía, comunismo. La colonia Güell que está en LLobregat salió muy bien, no había hueglas y fue alabada, Gaudí iba a hacer la iglesia pero al final solamente hizo la cripta. El Conde dió carta blanca a Gaudí, y gracias a esa confianza, el arquitecto pudo dar rienda suelta a su genialidad. Era una extensión de más de 17 hectáreas, cubierto por formas onduladas, columnas con forma de árboles, formas geométricas y figuras de animales. Su construcción duró 14 años y está inspirado en los parques residendiales ingleses que el señor Güell había conocido en sus estancias en Manchester (Inglaterra).

La salamadra es símbolo de prosperidad, resistencia al fuego y el mal. La figura está decorada con la técnica del trendadís y simboliza la capacidad legendaria de resistir al fuego, como las creaturas mitológicas, representando la victoria contra la adversidad.
Trabajar la espiritualidad de la burguesía catalana
Este libro explica que, detrás de este parque, hay una historia y un proyecto bonito y ambicioso. que responde a esa idea de la industrialización donde emerge una burguesía que empieza a salir de la ciudad contaminada, con poca salud por las epidemias. La burguesía se aleja de la urbe la recuperar una salud perdida. El señor Güell y Gaudí, esa idea un tanto utópica, la quieren llevar a cabo “a la catalana”, es decir, adaptada a la Cataluña de principios de siglo, una zona muy industrial y avanzada.
En paparelo a las colonias de obreros se quizo hacer una “colonia” para hacer comunidad de burgueses con esa idea utópica de crear una sociedad para cambiar el mundo para protegerlos no de la ideología sino de la avaricia, de los celos, la envidia de querer sobresalir, que son los males que Rerum novarum denuncia de la burguesía: los capitalistas que quieren tener mucho dinero y aparentar.
El Park Güell quería ser un parque residencial para 60 familias de la burguesía catalana que vivirían alrededor del señor Güell. Estas familias tendían que ser el oráculo para la nueva Cataluña. En ese momento estaban de moda las excavaciones de Delfos y el parque tenía que ser como un “nuevo Delfos“. De la misma manera que Delfos marcaba el destino de Grecia, estas familias marcarían el destino de la Cataluña del nuevo siglo trabajando la espiritualidad y evitando los males que anunciaba la encíclia de León XIII.

La conserjería con torre azul y blanca que termina en forma de cruz que podría estar inspirada en la torre de María.
Sí porque la idea del propietario y de Gaudí era que estas familias hicieran un itinerario espiritual que les permitiera pasar de la apariencia o ganar dinero a cuidar el interior. Esto explica el por qué de las dos fachadas de la entrada que tienen relación con el cuento de Hansel y Gretel donde dos niños son engañados por una bruja con una casa de golosinas que los intoxica. La chimenea de la parte superior de casa del guarda tiene una seta que engaña y enfrente, la otra casa, en contraposición (coserjería), tiene una torre acababa en forma de cruz.
El dilema que se le planteaba a estas familias era: ¿Qué queréis ser una familia que solamente mira al exterior con una gran fachada pero gobernada por el engaño o una familia más estilizada que mira hacia arriba, hacia la cruz de color blanco y azul? Para el autor del libro en el parque se está jugando algo muy serio, la salud física y espiritual de la burguesía catalana. El parque está cuajado de elementos religiosos sutiles para que, poco a poco, quienes vivieran allí, fueran realizando este itinerario espiritual que los condujese a una vida más santa. Encontramos el Camino del Rosario: “Escuchad, ¿queréis ser mejores? ¡Rezad el Rosario! María os llevará por este camino”.Hay inscripciones en el trencadís que son lamentaciones sobre Barcelona, relacionadas con la Semana Trágica (que produjo mucho dolor) cuando se quemaron conventos, escuelas e iglesias: ¿Qué has hecho?, Si la conocieseis, o Ay urbs antigua y atesorada, que todavía se puede ver hoy.
Gaudí nunca habla de naturaleza sino de creación y ahí está la idea de jardín-parque como nuevo paraíso, un lugar donde hay integración entre la naturaleza y obra del hombre. Que los viaductos y pórticos estuviesen tan conectados con la naturaleza, para Gaudí era como un regreso a un paraíso, donde no había ruptura entre el hombre, Dios y la naturaleza, Un nuevo paraíso donde volver a ese origen cuando había armonía creando un espacio donde hay armonía, que se perdió con el engaño de la serpiente hacer comunidad, para volver a la gran Barcelona, y allí seguir haciendo negocios, pero de un modo diferente. Creo que el sueño de Güell y Gaudí era una nueva burguesía para una nueva Cataluña que lograra que los conflictos sociales se acabaran. Para Gaudí el arquitecto del futuro se basaría en la anturaleza porque es la forma más racional, duradera y económica de todos los métodos. Solo una familia aceptó este proyecto. El hecho es que hubo un momento en el que se vio que fracasaría.

La sala Hipóstila estaba destinada a albergar el mercado de la ciudad residencial que nunca se completó.
Una de las aportaciones de este libro ha sido descubrir el origen de las inscripciones que hablan de la Virgen María, que se encuentran en el banco de trencadís de la plaza donde encontramos grabado Oh Maria, un poema de Mn. Verdaguer, del libro Flors de Maria. Muchas composiciones del trencadís, hacen referencia al libro de Verdaguer. Cuando los habitantes del parque se sentaran en los bancos, leerían esas inscripciones que cantan a María.
El Park Güell es un parque muy mariano y nos invita a ser como flores que cantan a la Virgen. No en vano, el parque está construído en el barrio de la Virgen de la Salud y Gaudí cuando construye algo siempre se basa e los que había antes. Una de las hipótesis del libro es que esta referencia a la Virgen de la Salud tiene más importancia de lo que podría parecer al inicio.

El trencadís es una técnica innovadora consistía en el reciclaje y la reutilización de fragmentos de cerámica rota.
Un fracaso inmobiliario que acabó en parque
Pero no ue treminado según la idea inicial, unos pocos años después de empezar la contrucción se dieron cuenta de que la idea de parque residencial no cuajaba, pero la genialidad de Gaudí estaba ya de pleno empleada en ese lugar. ¿Por qué fracasó el Park Güell como proyecto inmobiliario? Es la gran incógnita, según el autor. Aunque hay muchos hechos que nos recuerdan que el parque estaba muy lejos o que la burguesía no quería un proyecto en el que su individualidad quedara tan poco visible. Otra razón es que las normas para construir la casa eran exigentes, no podía superar unos límites, tenían que tener vallas, para no fardar. En 1904 ya se ve que este proyecto no prospera. Solamente la familia Trías compró una percela y se construyó la casa, y otra la compró el padre de Gaudí, cuando ya se veía que el proyecto no iba a tener éxito en 1906, que fue la casa de muestras. Durante veinte años allí solamente viviveron el señor Güell, Gaudí y la familia Trías.
Cuando en 1906 se va viendo que el Parque como tendrá éxito según el proyecto inicial, el señor Güell lo irá dejando a la ciudad de Barcelona para actividades o eventos, en difinitiva, un parque abierto a la ciudad. Gaudí seguirá construyendo y encontramos muchos simbolismos que quedaron sin reponder porque no dejó nada escrito al respecto. Y esas incógnitas son las que el autor del libro trata de resolver. Que el proyecto de una capillita se convirtiera en un calvario con tres cruces, quizá tiene que ver con este fracaso, comenta el autor, porque el calvario expresa que en la vida hay cruz y sacrificio y dar la vida cuesta, pero cuando haces el esfuerzo de subir, la panorámica es impresionante y vale a pena.

La sala de las Cien Columnas, está rematado porun techo ondulante decorado con mosaicos de trencadís.
El Park Güell no se completó según el proyecto original por eso cuesta entenderlo. Debía haber una capilla donde ahora está el Calvario, por lo tanto, el punto más alto era una capilla en forma de rosa, seguramente dedicada a la Virgen María, a la rosa mística. El Rosario de piedra conducía hacia esta capilla y bajo este camino encontramos el famoso Pórtico de la Lavandera. Siempre ha existido la duda de quién representaba esa mujer, y hipótesis es que esa cariátide fuese una alegoría de María que nos invita a purificar el corazón.
La obra de Gaudí es espiritual y esa es su fuerza de atracción
Un fracaso inmobiliario que el tiempo se encargaría de convertirlo en un fabuloso parque abierto a la ciudad. Una obra espiritual con la que Gaudí desea comunicar lo que él mismo ha vivido,lo que a él le ha salvado. Si Gaudí critica los males de la burguesía es porque él los vivió en primera persona, él venía del campo y en la ciudad se dejó llevar por la apariencia. El quiere ser “otro Gaudí” desde la cuaresma de 1894, donde vive una experiencia de ayuno brutal, en la que está a punto de morir, los que acuden a su cama lo encuentran en una situación dramática. El futuro obispo de Vic, Torras i Bages, le dice que Dios le ha dado una gran misión, debe dar gloria a Dios y ser alimento espiritual de los hombres.
Desde esa conversión Antoni Gaudí pone toda su obra al servicio de Dios y la cuajará de referencias cristianas. Los mensajes espirituales en su obra son sutiles, no invasivos, para que quien los percibe haga su itinerario personal, no quiere imponer, sino que invita. Ese ha sido el camino que el mismo Gaudí ha hecho: se ha equivocado, ha caído y Dios le ha rescatado. Los últimos años de su vida los dedicó a la construcción dela Sagrada Familia no tenía ya ni clientes, ni fortuna y sus amigos estaban muertos. Su cliente era Dios. La Gloria es la luz, la luz da gozo y el gozo es la alegría del espíritu, pensaba Gaudí.
Este parque es el reflejo de la profunda espiritualidad del arquitecto catalán para quien la belleza era el resplendor de la verdad. El 10 de junio de 1926 mientras cruzaba la calle para ir a misa fue atropellado, y, por su aspecto descuidado y ropa gastada fue confundido por un mendigo y no fue asistido inmediatamente. Gaudí estaba ya consagrado a su obra y ese hombre de apariencia descuidada podría llegar a los altares. El Papa Franciso ha aprobado el decreto que reconoce sus “virtudes heroicas”.
Photo Bruno Bérchez
Gaudí i el Park Güell: viatge a l’interior d’un somni, de Mn. Bruno Bérchez, editorial Centro Pastoral Litúrgica




