BRESCIA, CAPITAL DE PROVINCIA LOMBARDA, SITUADA AL FONDO DEL VALLE VAL TROMPIA. EL POETACARDUCCI LA DENOMINÓ “LA LEONA DE ITALIA”. CIUDAD QUE SE ABRE A LOS PIES DE LOS CERROS QUE PRECEDEN LOS PREALPES.
Myriam Lafuente Soler, giornalista spagnola (di Alicante), collabora per Agenda Viaggi scrivendo in spagnolo e inglese. Ci racconterà con i suoi articoli, le sue emozioni e i suoi punti vista. Una scelta inedita, che aggiunge un tocco internazionale al nostro magazine online.
Brescia, Italia.
Ciudad antigua, contiene un gran patrimonio artístico y arquitectónico. Brescia fue un centro regional importante habiéndose conservado muchos de sus monumentos romanos y medievales que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Entre los monumentos encontramos su castillo, que fue una fortaleza de época medieval, el cual es tan imponente que se ve desde cualquier punto por el que se acceda a la ciudad. Es uno de los más grandes de Italia, recorre completamente la colina Cidneo y protege el centro histórico de la ciudad.
Subiendo hacia el castillo nos encontramos en el camino con la Iglesia del Santísimo Cuerpo de Cristo, de estilo gótico. que está administrada actualmente por los padres saverianos. La iglesia fue comenzada en 1501 y posee un importante portal renacentista de mármol. Situada en la vía Giovanni Piamarta al final de una escalinata que, desde la via de los Museos, te conduce a la iglesia y, desde ahí, al castillo de la ciudad. La iglesia hace parte de un monasterio anexo con tres claustros. Presenta preciosos frescos del siglo XV y XVI (aunque parcialmente deteriorados) en el claustro y en su interior. .
Los frescos son el elemento más característico de la iglesia que nos ocupa, que la recubren totalmente. Se sitúan al límite entre el Renacimiento y el Manierísmo. Debido a las afinidades escenográficas (el Juicio Universal) y a la extensión de los frescos, se la denomina “La capilla Sixtina de Brescia“, a pesar de eso no es muy conocida. El interior de la iglesia es un tanto oscuro pero al poner la moneda en la cajita, toda ella se ilumina dejando ver sus frescos: unextraordinario esplendor. El Patrimonio italiano es rico en obras de arte y casi siempre desconocidas. De hecho, ojeando posteriormente posteriormente varias guías turísticas, pocas mencionan esta iglesia con sus frescos como un lugar visitable de la ciudad de Brescia.
Los frescos del monasterio fueron realizados por Benedetto Da Marone, para ser ampliado y enriquecido por Pietro Maria Bagnadore. Da Marone fue pintor italiano de la época del renacimiento italiano muy activo en Brescia donde nació y murió en 1579. El presbitero de la Iglesia del Santísimo Cuerpo de Cristo es obra suya, y ha llegado intacto hasta hoy. Está considerada la mejor obra de este pontor italiano del Renacimiento, al límite con el Manierísmo.
El Manierísmo es un periodo breve de estilo pictórico posterior al Renacimiento y anterior al Barroco. Los elementos principales del renacimiento empiezan a entrar en crisis, con el progresivo abandono de la proporción en las figuras. Es un arte de cultos que conocían bien la pintura renacentçista, pintaban a la manera de los grandes artístas, la pintura empieza a alejarse de los cánones del clasicismo y sus bellas proporciones para adentrarse en el amaneramiento de las formas buscando mayor contundencia en la expresividad y movimiento. Se trata de un arte exclusivo de la corte, arte elitísta e intelectualizado, prefigura el exceso del barroco, que será sensorial y popular.
Fresco deteriorado, La última cena de Maroni Madonna, San Rocco y San Cristoforo, Paolo de Caylina, el Viejo.
Me voy a detener en el más impactante de todos desde mi punto de vista o en el que más me sorprendió por su belleza , el de Lattanzio Gambara que nació y murió en Brescia (1530-1574). Pintor renacentísta italiano de estilo manierísta, siendo su obra maestra los frescos de la catedral de Parma con la colaboración de Bernardino Gatti. El fresco que nos ocupa de la Iglesia del Santísimo Cuerpo de Cristo es el de Jesús entre los doctores, escena ampliamente representada en la Historia del arte.
Los evangelios relatan que Jesús, cuando tuvo doce años, subió con sus padres, como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús quedó en Jerusalem, sin saberlo sus padres… Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres. (Lucas 2: 41-52). Es la primera ocasión en la que Jesús muestra lo que será su actividad de predicación, en vez de una mera transmisión de normas, será el diálogo. Lattanzio Gambara, con enorme sensibilidad recrea la escena, los doctores se sienten abrumados y Jesús niño está cumpliendo la voluntad de su Padre. El fondo arquitectónico es muy interesante, y se percibe que es ya posterior al Renacimiento, donde había más simetría en la composición. Quisiera destacar que Gambara murió pintando frescos, se cayó de un andamio.
El fresco (del italiano affresco), es una técnica consiste en ir añadiendo capas de mortero a la pared cada vez más rica en cal. El nombre fresco se refiere a que el intonaco de un fresco está húmedo en el momento de la pintura. La última capa de hace por jornadas, es decir el trozo que se vaya a pintar, siguiendo ese trozo el contorno del dibujo. Ese trozo o jornada se tiñe con pigmento o agua. Es decir, no se usa pintura, solo pigmento, al cristalizar la cal y al secar el pigmento queda idestructible. Los pigmentos quedan integrados químicamente en la pared y eso los hace durables en el tiempo. No destiñe puesto que la pintura es la propia pared teñída, solamente se destruiría si lo hiciera la pared. Esta permanencia no la encontramos en otras formas de arte. Es una técnica laboriosa y complicada, no admite repintes por lo que es un técnica reservada a los grandes maestros.
El fresco es una de las técnicas de creación de murales que suele asociarse al Renacimiento italiano, pero siempre ha inspirado a los astístas de todas las épocas. Hoy día, los frescos a penas se hacen pero sí hay muchos y buenos restauradores, por lo que la técnica se sigue conociendo. Probablemente el ejemplo más significativo de pintura al fresco sea la Capilla Sixtina de Miguel Ángel donde también colaboraron Boticelli, Perugino y Domenico Ghirlandaio. Esta de Brescia es menor, si se la compara con la del genio Buonarroti en Roma, pero digna de ser vista y admirada igualmente. Los frescos de la iglesia de Brescia son interesantes porque queda de manifiesto un arte de transición que va del Renacimiento al Manierísmo, esas transiciones son las que cosen unas épocas con otras y hace más facil entender los estilos, de donde provienen y cómo han evolucionado. La Iglesia del santísimo cuerpo de Cristo en Brescia, para amantes del arte. El arte enriquece, te da paz, y te enseña que mirar no es ver. Un Must see.
Fotos Myriam Lafuente Soler
Info:
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