La Pinacoteca de Brera, uno de los museos más emblemáticos de Milán, situada en el barrio artístico de Brera celebra los 50 años de la maison Giorgio Armani (exponente del Made in Italy en el mundo) con más de 120 creaciones en diálogo con obras maestras de la pintura italiana. Los maniquíes se convierten en visitadores dejando que sean las prendas las que evoquen la presencia de los cuerpos invisibles.
Milan, Italia.

Las creaciones de moda dialogan con el mood de las salas, con los colores, sensaciones.
Un diálogo sutil pero presente en casi todas las salas.
“Giorgio Armani: Milano, per amore”
La`Pinacoteca de Brera fue fundada en 1809 como apoyo a la actividad didáctica de la Academia de Bellas Artes, y siempre ha tenido como objetivo transmitir el conocimiento a través de la experiencia directa con las obras. Su colección reúne obras de Caravaggio, Bellini, Piero della Francesca, Crivelli, Mantegna, Rafael y otros maestros. Desde el 24 de septiembre de 2025 hasta el 11 de enero de 2026, acoge la exposición “Giorgio Armani: Milano, per amore”, que alude al lazo emocional del estilista con la ciudad. La muestra propone un recorrido donde las prendas dialogan con pinturas históricas, destacando paralelismos de color, textura y composición.
El proyecto celebra los 50 años de la maison Giorgio Armani (exponente del Made in Italy en el mundo) con más de 120 creaciones en diálogo con obras maestras de la pintura italiana —desde el Medievo hasta el siglo XIX- seleccionadas del archivo Armani y colecciones internacionales. “Me encantan las cosas que envejecen bien, cosas que no tienen fecha, que persisten las pruebas del tiempo y que se convierten en ejemplos vívidos de lo mejor”, ese pensamiento de Armani deja patente que en su mente siempre estuvo el crear Arte con tejidos. El Arte no tiene tiempo, perdura. Si la moda es efímera en su esencia, las creaciones del diseñador italiano se convierten en Arte. “La belleza perece en la vida, pero es inmortal en el arte”, escribió Leonardo da Vinci.

Un grupo de Hijas de la Caridad en la Pinacoteca de Brera, entre los trajes de Armani y grandes obras de pintura. La madre Teresa era una contemplativa, precisamente esa gran capacidad de contemplación la que le permitió ver en los más pobre de los pobres el rostro de su Amado y darse a ellos con una generosidad que no conoció límites. Ella animaba a sus hijas a educarse en la contemplación.
Las salas del museo, guardianas de las grandes obras del arte italiano desde la Edad Media hasta el siglo XIX, acogen la moda como clave para entender la cultura y la sociedad contemporáneas. Armani siempre ha expresado un vínculo especial con el barrio de Brera, donde ha elegido vivir y trabajar: un alma culta, capaz de combinar elegancia y libertad creativa. Esta relación ha sido reconocida oficialmente por la Academia de Bellas Artes de Brera, que en 1993 le concedió el título académico por la coherencia y el rigor con que ha sabido combinar funcionalidad e invención.

Diálogo entre moda y pintura en las salas de la Pinacoteca de Brera: piezas junto a obras de Caravaggio, Bellini o Rafael, entre otros grandes maestros de la pintura. Las colecciones de mujer de Armani inciden en una estética andrógina. no resaltan las formas y buscan una estilización realzando la verticalidad.
La exposición entrelaza la Historia del Arte y la Historia de la Moda
Las prendas, procedentes del Archivo Armani, dialogan con las obras maestras pictóricas de la Pinacoteca, creando contrastes de colores, tejidos y materiales. El Archivo Armani alberga cincuenta años de creatividad y representa un verdadero diccionario conceptual para comprender que la moda puede influir en la formación y transformación del imaginario estético y cultural. Giorgio Armani, sagaz empresario, hábil al modular la creatividad y la fantasía de acuerdo a las necesidades de la vida moderna. Sus prendas son cómodas, de líneas rectas y sobrias, si bien confeccionadas en materiales selectos.
La inclusión de las creaciones de Giorgio Armani en la Pinacoteca reconoce la moda como un lenguaje útil para interpretar las sociedades de cada época. Las creaciones expuestas se revelan los rasgos distintivos del estilo de Armani: la reinterpretación de la sastrería, el uso esencial pero refinado de la decoración, la preferencia por los tonos neutros y refinados, la atención a la confección, los bordados y los tratamientos con una riqueza discreta ( nunca ostentosa), pues, para el estitlista italiano, la elegancia no consistía en llamar la atención sino en ser recordado. Los maniquíes, invisibles, dejan que sean las prendas las que evoquen la presencia de los cuerpos y parecen visitadores de la pinacoteca.

El vestido que Mia Martini lució en un concierto. Para la cantante italiana era Armani su diseñador fetiche. Armani no abusaba del colorido, si bien incluye ocasionales aplicaciones de pedrería e hilos metálicos.
Para Angelo Crespi, director de la Pinacoteca de Brera. hacer un homenaje a los 50 años de la maison porque Armani es el Made in Italy por excelencia, representando en sumo grado el rigor, lo esencial, que es típico de la creatividad milanesa. Un diseñador comprometido con la ética y con la estética, que hacía de él un gran empresario: “Armani es también la expresión más típica de la cultura de Brera, un lugar único en el mundo donde se hace arte, investigación e innovación desde hace quinientos años. Y por eso ya el año pasado me pareció justo y apropiado celebrar el quincuagésimo aniversario de la Maison en la Pinacoteca con una exposición que exalta su talento absoluto y su estilo inimitable”.
Un diálogo más estrecho de los maniquíes invisibles con Luini y Bellini
El director de la Pinacoteca ha constatado que, el señor Armani, cuando proyectaba con el esta exposición era profundamente humilde, y nunca quiso entablar un diáloso estrecho con grandes artistas de la Historia del arte como Caravaggio sino dialogar con las sentimientos que se destilan en el recorrido de las salas de Brera, solamente en tres ocasiones, por la forma, material o color entran en un dialogo con la obra de Arte, un caso sería en la capilla de Luini, (Dumenza, cerca de Luino, Italia, h. 1480/82 – Milán, 1532), el discípulo predilecto de Leonardo da Vinci.
Son escasos los detalles que se conocen de su vida. Trabajó en donde pintó varios frescos en palacios e iglesias de la ciudad y sus alrededores. siendo los más conocidos son los frescos para Villa Pelucca en Sesto San Giovanni hoy en la sala XIIIde la Pinacoteca, donde se ha colocado un precioso vestido rojo que juega con los colores de los frescos. La simplicidad no era, para el estilista italiano, el punto de partida sino de llegada. En esta sala el vestido rojo ensalza el fresco deLuini, al mismo tiempo que el fresco da luz al vestido llegando a una esencialidad y simplicidad absoluta.
Otro momento de diálogo inteso se da en la sala de la Madonna de Bellini. El azul intenso (Un color valiosísimo en la Historia del Arte que deriva del lapislázuli) del manto de la Virgen María que juega con el azul del vestido de noche de Armani Privé. Esta sala desempeña un papel fundamental en esta exposición, una comparación basada en la consonancia y analogía de color luz y gracia. El cuadro de Bellini en una obra de arte de sacralidad.
El azul del manto de la Virgen y el el azul del vestido de noche colocados uno al lado del otro, se admiran, se respetan y, como espectadora, he sentido que el señorArmani sentía un profundo respeto por la mujer, la cual es siempre hermosa si es fiel a sí misma. Para él la coherencia era elegante, si una mujer no sabía mirarse nunca podía ser coherente con ella misma. Somos lo que somos, decía, no lo que nos gustaría ser.“ Lo atractivo de una mujer no era el cuerpo expuesto a la mirada de todos, sino sugerir, velar y revelar, dejando entrever sin exhibir nunca. Los invisible que se have visible: vestir para el alma.

Vestido rojo en la sala Luini San Giuseppe sposo della Vergine. Los colores brillántes de Luini hacen que se salten fuegos artificiales en diálogo con el espectacular vestido de noche de la maison Armani.
La ausencia se hace presencia.
Giorgio Armani para crear se inspiraba en Boldini, Matisse, Gauguin, kandisnky, Man Ray e Meret Oppenheim… “Lo mio no es hacer crítica es solamente el placer de mirar el Arte. Goya decía que si tenemos Arte es para no mirar de demasiada realidad y tenía razón porque representa un soplo de vida”. Armani siempre alimentó su inspiración en el Arte para. El diálogo que los maniquíes vestidos de Armani entablan con las obras no es directo, sino que se basa en sensaciones, colores… el mood . El director de la Pinacoteca ha resaltado la profunda humildad que Armani mostró mientras se preparaba esta exposición. De ese modo podemos hipotizar que Armani en la sala donde se encuentra la obra del Cristo del Mantegna no quiso poner maniquíes por el profundo respeto que esa obra el imponía.
Es una obra al temple sobre lienzo de 68 centímetros de alto por 81 de ancho realizado entre 1475 y 1478. La escena muestra a Jesús muerto, tendido sobre una losa de mármol de forma casi perpendicular al espectador. En un fuerte contraste de luces y sombras, la escena transmite un profundo sufrimiento y desolación. La tragedia se potencia dramatizando la figura de Cristo por su violenta perspectiva y la distorsión de sus detalles anatómicos, en especial el tórax. Los estigmas de las manos y los pies están representados sin idealismo ni retórica. La sábana que cubre parcialmente el cadáver, pintada en los mismos tonos que el cuerpo, contribuye al efecto sobrecogedor del conjunto que concluye en los rasgos de la cabeza, inclinada e inmóvil.
Es, sin duda, uno de los escorzos más violentos de la historia de la pintura y Armani parece ser que no quiso entrar en dialogo, sino que prefirió mantenerse en un silencio profundo. Ese respeto se respira en la sala, se siente el espíritu de Armani revoloteando, permitiéndonos contemplar al Cristo muerto. En esa sala se palpa, porque Armani lo ha querido, una profunda conmoción. Sentimos que el diseñador no ha dejado de ser fiel a sí mismo hasta el último minuto de su vida. No hay diálogo en la sala donde se encuentra la obra del Mantegna, pero la conversación íntima deArmani con el Cristo se escucha. Me llama la atención que esta exposición se llame “Milano, per amore”, ¿No era a caso el amor lo que movía a este genio de la moda?

La Madonna de Bellini de 1510 dialoga con el precioso vestido de Armani del siglo XXI.
Ser fiel a uno mismo: los saris blancos y azules junto a vestidos de Armani Privé
Fue in día especial, escuchar el diálogo de Armani con el Cristo de Mantegna, y fue hermoso ver a las hijas de la Caridad recorriendo las salas educando su mirada a la sensibilidad para poder estar con los pobres entre los más pobres. La Misioneras de la Caridad llevaban el sari que las caracteriza de color blanco con líneas azules. La elegancia -siempre según Giorgio Armani– es ser fiel a uno mismo, es como un estado de ánimo. ¿Giorgio Armani no vería encantador el sari indiano de las Hijas de la Caridad? Creo que sí. La Madre Teresa de Calcuta no opinó explícitamente sobre el arte en el sentido convencional, pero para ella la obra de arte era hacer el bien y amar. Su vida se considera un ejemplo del arte de vivir la fe, la contemplación y la entrega, viendo en cada persona un ser digno de amor. No se trataba para la Madre Teresa de Calcuta de cuánto damos sino cuánto amor ponemos al dar.
Anche a voi raccomando di coltivare l’amore per ciò che fate con rispetto di chi vi è vicino. Con l’amore si arriva lontano pronunció Giorgio Armani cuando le concedieron el Honoris Causa en la Universidad Católica de Piacenza.
Photos Myriam Lafuente Soler
INFO
“Giorgio Armani: Milano, per amore”. Pinacoteca de Brera,
Desde el 24 de septiembre de 2025 hasta el 11 de enero de 2026,




