NO SOLO VUELAN LOS PÁJAROS

NO SOLO VUELAN LOS PÁJAROS

Scritto da Myriam Lafuente Soler on . Postato in Cultura

Vista panorámica de la laguna Colorada. Departamento Potosí, Bolivia.

AGENDA VIAGGI ENTREVISTA A PEDRO LOPEZ PIÑERO, FOTÓGRAFO, CON MOTIVO DE LA PUBLICACIÓN DE SU ÚLTIMO LIBRO. “TODOS LOS LUGARES TIENEN UNAS CARACTERÍSTICAS Y UNAS PARTICULARIDADES QUE LOS HACEN ÚNICOS E IRREPETIBLES. TIEMPO ATRÁS VIAJABA PARA FOTOGRAFIAR, AHORA TOMO FOTOGRAFÍAS MIENTRAS VIAJO”.

Myriam Lafuente Soler, giornalista spagnola (di Alicante), collabora per Agenda Viaggi scrivendo in spagnolo e inglese. Ci racconterà con i suoi articoli, le sue emozioni e i suoi punti vista. Una scelta inedita, che aggiunge un tocco internazionale al nostro magazine online.

Elefantes con sus cuidadores junto al Fuerte Amber. Jaipur, Rajastán, India.

Milan, Italy.

¿Cuáles son sus influencias? ¿Qué fotógrafos le gustan especialmente?

Cuando me inicié en el mundo de la fotografía me interesaban los creadores que daban más valor a la belleza y a la composición que a la realidad que estaba sucediendo a su alrededor. Ahora me atraen más los artistas que miran su día a día, a su entorno, que tienen predilección por descubrir lo que les rodea y aportar su propia opinión. Como amante de los viajes, nunca he perdido el interés por la fotografía documental como herramienta que me aporta documentos que recogen los diferentes los modos de vida, las fiestas, las costumbres o los paisajes. Actualmente, compagino la fotografía de viaje con el desarrollo de proyectos fotográficos personales.

Uno de mis principales referentes es el almeriense Carlos Pérez Siquier, recientemente fallecido, impulsor de la fotografía como obra documental y producción artística a través del grupo AFAL. Sus inconfundibles imágenes están impregnadas de un halo de crítica social, abordada desde la ironía y el humor. La misma fascinación me produce la visión sarcástica del fotógrafo Martin Parr, que centra su mirada en sus propios compatriotas de la clase media y trabajadora británica. El norteamericano William Eggleston es un fotógrafo mágico, que nos habla de la vida a través de sus vívidas e inquietantes imágenes del mundo de lo cotidiano. Lo que transmiten sus fotografías va más allá de lo visual. Convierte en arte lo que nunca antes había sido interesante para el arte. 

Campos de arroz en terrazas. Aldea Y Linh, Sapa, Vietnam.

¿Viaja para fotografiar o cuando viaja fotografía?

Hasta hace unos años solía visitar lugares donde a priori pensaba que podría obtener buenas fotografías de paisajes y retratos de personas. Este era uno de los factores que más peso tenían a la hora de elegir un destino u otro. Aunque, con el paso de los años, me he dado cuenta que eso es un error, porque todos los lugares tienen unas características y unas particularidades que los hacen únicos e irrepetibles. Por tanto, tiempo atrás viajaba para fotografiar, ahora tomo fotografías cuando viajo. 

¿Qué ha de tener un paisaje para que lo fotografíe?

En algunas ocasiones, cuando me encuentro ante un bello paisaje, tras ajustar la cámara y apretar el botón disparador siento como una chispa. Cuando ocurre esto me siento pletórico, pues sé que he conseguido una buena fotografía. Los paisajes, paisajes urbanos y retratos de personas constituyen mi sujeto preferente a la hora de fotografiar. Tanto en los paisajes como en los retratos intento captar el ambiente, la atmósfera, los sonidos y los olores. A la hora de crear una imagen tengo muy en cuenta la luz, la elección del momento adecuado, la composición y el color. Un paisaje me interesa cuando me emociona por su belleza, me cuenta alguna historia o me transmite alguna sensación especial. Cada vez que puedo visito el Parque Natural de Cabo de Gata, en Almería, con la intención de captar sus paisajes y su magnífica luz. Es uno de los lugares –junto a Lanzarote- con más encanto que he conocido, de tierras áridas e inhóspitas, pero con un magnetismo y una energía especial. Cuando voy a Águilas, mi pueblo natal, suelo recorrer las calas vírgenes de Cabo Cope o las zonas montañosas del interior. Me gusta llevar conmigo la cámara, con la que fotografío sitios bonitos u otros que intuyo que tienen algo que contar. Transcurrido el tiempo, a veces se han dado una serie de circunstancias y casualidades que me han llevando a descubrir interesantes historias de esos parajes que he acabo recogiendo en mis libros.

Proximidades de las Gargantas del Todra. Tinerhir, Marruecos.

¿En qué país ha notado que se pueden hacer fotos muy bellas?

Después de recorrer la India y Nepal, regresé a España con más de diez mil nuevas imágenes en la mochila. Visitar la India resulta una experiencia asombrosa para cualquier ciudadano occidental, pues allí verá lo mejor y lo peor del ser humano. La intensidad de colores y los acentuados contrastes harán las delicias de los amantes de la fotografía. Nepal es un país con una fuerte personalidad donde perviven genuinas y antiquísimas formas de vida. La religión está presente en cada uno de los rincones de este país montañoso. Totalmente recomendable es caminar por las calles y mercados de Bolivia. Atravesar el salar de Uyuni o visitar los volcanes, los géiseres y las lagunas de la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa es una experiencia similar a pasear por otro planeta. En las instantáneas realizadas en esos parajes tengo la sensación de haber retratado el vacío, pero un vacío que todo lo llena. Otro lugar donde podemos obtener excelentes fotografías se encuentra en el norte de África, en pleno corazón de Marruecos. Me estoy refiriendo al Alto Atlas, un espacio donde la aridez de las montañas contrasta con la frondosidad de los angostos valles. Conforme avanzamos nos iremos encontrando pequeñas aldeas, Ksur (pueblos amurallados) y kasbahs, donde parece que el tiempo quedó detenido en la Edad Media. Georgia, un destino poco transitado por el turismo de masas, ofrece al fotógrafo innumerables espacios naturales de una belleza imponente. Imprescindible recorrer a pie Ushguli, la tierra habitada más alta de Europa, conformada por un conjunto de aldeas tradicionales en las montañas de Cáucaso, conocidas por sus koshki o torres svan. 

Aldea tradicional rumana. Ciocanesti, Suceava, Rumanía.

Como viajero, ¿Qué país le ha llamado más la atención?

“El mundo es un libro y aquellos que no viajan sólo leen una página”. Esta frase atribuida erróneamente a San Agustín de Hipona recoge perfectamente el sentir de aquellos que preferimos invertir nuestros ahorros en recorrer mundo que a acumular bienes materiales. De la treintena de países que he visitado, hasta este momento, me han sorprendido gratamente la mayoría de ellos; pero, por cuestiones de espacio me centraré únicamente en cuatro. En Japón me impresionó bastante el despertar de las ciudades: ejércitos de hombres y mujeres uniformados, que se dirigen hacia sus puestos de trabajo, invaden accesos, pasillos y escaleras de las diferentes estaciones, pero siempre de forma ordenada. La visión de miles de japoneses moviéndose acompasadamente, como si de un desfile militar se tratara, es un espectáculo que merece ser visto. Al ponerse el sol, las mastodónticas metrópolis se transformaban en escenarios más propios de películas futuristas que de la vida real. Lo que más recuerdo de Tailandia es la intensa sensación de paz y tranquilidad que experimenté durante ese viaje. Supongo que sería por el ambiente de profunda espiritualidad que se respira por aquellos lares. A pesar de las carencias materiales con las que vive la mayor parte de la población, Cuba es una nación alegre que sabe disfrutar de las cosas sencillas de la vida. Cualquier lugar es apropiado para que un pequeño grupo de músicos callejeros improvise un concierto con el que deleitar a los viandantes. Pocos pueblos son tan hospitalarios como lo es el pueblo cubano. En Vietnam me asombró la peculiar forma de vivir de los moradores del mercado flotante de Cantho, en el sur del país. Y en la zona norte las escarpadas montañas de Sapa con las cascadas de agua, las terrazas de arrozales y las diferentes etnias que pueblan aquellos impresionantes parajes.

Pedro López Piñero con su último libro
No solo vuelan los pájaros

No solo vuelan los pájaros, su último libro. ¿Qué nos podría comentar del mismo?

Estudié en la Universidad de Murcia, donde me licencié en Historia del Arte. Mi primera incursión en el mundo editorial tuvo lugar hace más de un lustro, cuando publiqué “Caminos de tierra y asfalto”. Aquel libro recogía más de trescientas cincuenta fotografías realizadas en diferentes países desde el año 1995 hasta el 2014. Durante los siguientes cinco años me dediqué a investigar sobre etnografía, costumbres y vida tradicional en el campo de Águilas (Región de Murcia). Fruto de ese trabajo salieron a la luz tres publicaciones: “Historias de molinos” (2015), “Calabardina en tiempos de la almadraba” (2018) y “Vida cotidiana en el campo de Águilas” (2019).

En junio de 2021 aparece “No solo vuelan los pájaros”, una obra de gran formato que recopila más de trescientas fotografías en una edición muy cuidada. El título del libro alude al poder evocador de las imágenes y a su capacidad para transportarnos a cualquier lugar. Es una publicación repleta de diálogos y guiños entre las fotografías que contiene. Mi intención sería sumergir al lector en un viaje ameno por diferentes países, haciéndolo partícipe de las peculiaridades que hacen único e irrepetible cada uno de estos puntos del globo terráqueo.

INFO

FACEBOOK: Pedro López Piñero.

INSTAGRAM: pedrolopezpinero

Myriam Lafuente Soler

Myriam nace en Alicante, España en 1973. Desde pequeña siente una fuerte inclinación por la escritura. Se hace periodista y cumple su sueño junto con el de ser mamá de 3 hijos estupendos. Ha vivido en Singapur, experencia que la marca profundamente a la hora de ver el mundo. Vive en Italia desde hace 10 años. Le encanta la naturaleza y contemplar las nubes.