Con la exposición Andrea Appiani, Neoclasicismo en Milán, Palazzo Reale realiza una importante operación cultural, que contribuye a la valorización de uno de los mayores exponentes del Neoclasicismo en Italia y a nivel internacional. Más de cien obras reunidas gracias instituciones italianas y francesas, una muestra inspiradora que nos permite conocer el ingreso de Napoléon en Milán que marcó un estilo con la que. Con esta exposición se repara una deuda histórica recuperando parte de la identidad milanesa.
Milan, Italia.

El palacio real de Milán tiene tal majestuosidad que es elegido
como escenario de reportaje de bodas.
El estilo neoclásico
La muestra de Palazzo Reale dedicada a Andrea Appiani, heredero de la tradición lombarda de la gracia y la realidad es un homeaje a un genial pintor neoclásico italino. Appiani nació en 2774, en una Italia fragmentada donde el arte respiraba barroco, pero la Milán del ilusminismo empiezaba a soñar con el neoclasicismo. Apeiani studió en Brera bajo la guía de Giuseppe Parini y era ya un artista maduro en los primeros años de la dominacion ausburga y de la afirmación del iluminismo lombrado. Supo interpretar perfectamente el cambio político y cultural que surgió a la dominación de Napoleón, que se convierte en la capital del reino de Italia. Fue el Premier peintre de Napoleón, quien fue coronado como Rey de Italia en el Duomo de Milán con la corona ferrea que se encuentra custodiada en a su vez en el Duomo de Monza. Es el artista más innovativo del contexto italiano por la originalidad de sus resultados obtenidos en la pintura histórica y el género del retrato. Reinterpreta el mundo antiguo con otra sensibilidad, más íntima. No obstante se diga que fue el pintor de Napoleón, Appiani eera ya un artista maduro previamente. El neoclasicismo fue un movimiento artístico y literario que surgió a mediados del siglo XVIII y se extendió hasta el siglo XIX. Appiani no copia lo antiguo sino que lo reinerpreta con elegancia y emoción, y recorriendo las salas respiramos armonía, belleza.

Milano rinde homenaje con esta exposición a un artista olvidado, porque tuvo la “suerte” de ser el pintor de Napoleón. Quedó olvidado precisamente porque era un periodo que no era agradable recordar.
El neoclasicismo tenía como base la renovación de los valores filosóficos y estéticos de la Antigüedad Clásica y el culto a la razón, interpretados como modelos para la construcción de la modernidad. Se originó en Francia, donde fue llamado simplemente clasicismo. Desde allí, llegó al resto de Europa y a América, de la mano del Iluminismo o Ilustración, clave filosófica del movimiento neoclásico en todas sus manifestaciones.Tres procesos históricos fueron claves en el movimiento neoclásico: La aparición de la Ilustración o el Iluminismo, movimiento filosófico que defendía la razón, el conocimiento y la secularización como propósito y medio para derogar el dogmatismo y fomentar el progreso.
En este movimiento se insertó La enciclopedia, de Diderot y D`Alembert, publicada por primera vez entre 1751 y 1772. El descubrimiento de las ruinas de Herculano (1738) y Pompeya (1748), que despertó nuevamente el interés por estudiar la cultura grecolatina. Por último, la llamada “doble revolución”, es decir, la revolución industrial que estaba modificando los modos de producción y organización social, y la revolución francesa, que proclamaba igualdad, libertad y fraternidad. Un movimiento artístico con programa propio, que reaccionaba contra la tradición anterior, proclamando una “revolución” estética y filosófica. Aunque en apariencia el arte neoclásico transmite cierta frialdad, en realidad pretendía ser un arte verdaderamente revolucionario en su intención. Los artistas genuinamente deseaban participar en el nacimiento de una cultura basada en la razón, la moral y el progreso. El neoclasicismo fue un movimiento artístico y literario que surgió a mediados del siglo XVIII y se extendió hasta el siglo XIX. Appiani no copia lo antiguo sino que lp reinerpreta con elegancia y emoción, y recorriendo las salas respiramos armonía, belleza.

El Neoclasicismo representaría la aspiración a un orden regido por la razón, Appiani tiene su estilo personal dentro de esa corriente.
Neoclasicismo y Romanticismo, detractores del rococó
La pintura neoclásica es un movimiento pictórico nacido en Roma en la década de 1760 y que se desarrolló en toda Europa, arraigando especialmente en Francia hasta aproximadamente 1830, en que el Romanticismo pasó a ser la tendencia pictórica dominante. Hacia finales del siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII, en Europa dominaba el arte barroco. En Francia, particularmente, dominaba el rococó en la corte. Inspirados por los valores de la Ilustración, surgieron detractores de tales estilos, pues los consideraban excesivos, confusos y recargados. Además, los relacionaban al fanatismo religioso y a la corrupción aristocrática.
El Neoclasicismo se sitúa entre el barroco y el Romanticismo. Pero en muchas ocasiones, el tránsito de uno a otro estilo no es fácil, porque tienen rasgos semejantes, son tendencias estilísticas burguesas Si lo característico del Neoclasicismo era revivir otra época, en concreto la Antiguedad clásica, realmente no se diferencia de intentar recrear la Edad media o la vida en paises orientales, pues en ambos casos se recurría a temas exóticos, ajenos a la realidad de la sociedad en la que el pintor trabaja. Ambos estilos reaccionana al aristocrático rococó,
Son ideolog´çias burguesas y como tal ideología burguesa, aspira tanto al orden y la estabilidad, como a la libertad que les era negada por el Antiguo Régimen; del mismo modo, es la burguesía la que se plantea la dialéctica entre la razóm, que defiende un sistema político más racional que el del Antiguo Régimen, y el sentimiento, muchas veces puro sentimentalis,o burgués frente a la cínica frialdad e indiferencia de la aristocracia. En este sentido, el Neoclasicismo representaría la aspiración a un orden regido por la razón, mientras que el Romanticismo representaría las igualmente burguesas ideas de libertad en un mundo dominado por el sentimiento individual.

Es en el retrato donde Appiani alcanza el ápìce de su talento como pintor.
Los fastos de Napoleón
El Palacio Real habla de armonía y belleza y fue donde Appiani pintó la apoteosis de Napoleón. Belleza Ilustrada. Palacio del poder, la sala de las caríñatides es su obra mestra. En 1943 durante la segunda gurra mundial Palazzo reale quedó destruido con pérdidas de valor incalculable. Se destruyeros los frescos que Appiani había pintado en los muaros del palacio. Las carátides quedaron mutiladas. Pero la cultura nunca será vencida por la guerra mientras haya voluntad de reconstruir la bellza . Uno de las maravillas de esta exposición es la reconstrucción de estos frescos en la sala de las cariátides. No es nostalgia del pasado sino una custodia viva de los valores el hecho de recuperar el Palacio real. Hay que señalar también que en esta exposición se encuentra en primer retrato que se le hiciera a Napoleón.

Los espejos también son dignos de resaltar, porque sus reflejos juegan con las obras, dando al visitante una sensación de misteriosa belleza que te lleva al pasado.
INFO
Hacer clic en Andrea Appiani. Neoclasicismo en la Milán Neoclásica
Palazzo Reale Milano
Hasta el 11 de enero 2026
Photo Miriam Lafuente Soler



