Una idea weekend a costo cero si vives en Milán: visitar este barrio de forma pausada, apreciando las fachadas casas liberty en una Milán insólita. El cuadrilátero del silencio es una zona muy especial de Milán y diferente de otros barrios por dos carácterísticas muy concretas: el insólito silencio que lo envuelve así como su sofisticada elegancia. La casa Berri Meregalli, casa Guzzoni, Cina Dupont, Villa Invernizzi, Casa Necchi Campiglio, Palacio Castiglioni, Casa Galimberti, Casa Guazzone, entre muchas otras. El cuadrilátero del silencio es, una zona, muy especial de Milán y, se podría decir que, es diferente de otros barrios de la misma por dos carácterísticas muy concretas: el insólito silencio que lo envuelve así como su sofisticada elegancia.
Milan, Italy
Deseo de progreso de una nueva nación
Hasta 1861 el territorio italiano estaba formado por una docena de pequeños estados y ducados, algunos de ellos dominados por dinastías que ni siquiera eran nativas de la zona (entre ellos los Borbones). Esta anacronía feudal quedó suprimida por el proceso de unificación del país, que se extendió a lo largo de buena parte del siglo XIX con numerosos conflictos bélicos y culminó con la creación del Reino de Italia y la posterior conquista de Roma.
Herederas de una importante tradición artesanal y artística, las artes decorativas italianas se convirtieron en las “intérpretes del deseo de progreso de una nación que acaba a penas de encontrar su unidad”. En Italia este estilo estuvo pues influenciado por la unifiación del país, el nuevo escenario político buscaba con fervor un nuevo lenguaje para distanciarse de la arquitectura provinciana y tradicional del pasao precedente.
El estilo Liberty fue especialmente popular en las grandes ciudades fuera de Roma, que estaban ansiosas por establecer una identidad cultural distinta, particularmente en ciudades donde la burguesía industrial disponía del capital financiero para dejar huella en las principales ciudades italianas. mediante la invesión en nuevas mansiones edificios y villas: Milán, Palermo, Nápoles y Turín, la ciudad donde se celebró la primera gran exposición de ese estilo en Italia en 1902. Esto marcó un evento importante y contó con obras de diseñadores italianos y otros diseñadores de art nouveau de toda Europa.
Una ebullición creativa sin precedentes que buscaba una identidad tras la unificacion del país en un arte nuevo que rechazó los cánones y marcó un antes y un después con el pasado. Se buscaba un nuevo lenguaje que acompañara a los avances al hilo de la segunda revolución industrial. Se buscaba superar el academicismo y el conservadurismo en la estética. Se inspiraron en formas orgánicas como los elementos exóticos, los arabescos, la fantasía. las flores (de ahi el nombre stile floreale). Se perseguía la originalidad de la forma combinado con el uso de nuevos materiales para la construcción como el hierro, vidrio o cemento.
Hall de entrada de la casa Berri Meregalli con reciosas vidireras, frescos y mosaicos de Piero Adamo Rimoldi y el hierro forjado de Alessandro Mazzucotelli.
Il quartiere del silenzio, estilo liberty en Milán
Un quartiere con mucha história que merece la pena apreciar una tarde de otoño. Una invitación al paseo en una ciudad que, si bien en Italia no tiene fama de ser especialmente bonita como lo es Roma o Florencia, posee también sus rincones. Muchas veces la belleza de esta ciudad no está a la vista sino en los halls de entrada de sus preciosas casas. El cuarilátero del silencio es pues un exponente representativo de este nuevo estilo que atre sobremanera a las familias más pudientes de esta ciudad de Italia del norte.
Es un área construída a finales del siglo XIX, si bien hoy día es zona céntrica pero, en el pasado, se situaba a las afueras, debido a que la zona central no disponía de espacio para levantar grandes construcciones. Las calles que conforman el llamado quadrilatero del silenzio a Milano son: Corso Venezia. Via San Damiano, Via Corridoni y Viale Bianca Maria. Un elegantísimo barrio residencial, sin tiendas en sus calles que le confiere una tranquilidad atípica en una ciudad ruidosa como Milán. En este barrio de lujo se respira un ambiente majestuoso, sofisticado, tranquilo elegante y es muy caro su metro cuadrado.
La fachada de la casa Berri Meregalli en la Via Cappuccini. Construido entre1911 y 1913 por l arquitecto Giulio Ulisse Arata. Impacta su majestuosidad, monumentalidad y ejemplo de arquitectura ecléctica. Un edificio que posee una atmósfera esotérica y misteriosa.
Estilo nutrido de entusiasmo
El estilo Liberty se considera una rama occidental del movimiento Arts and Crafts británico del siglo XIX, que fue una respuesta contra la mecanización y deshumanización del proceso artístico. La nueva burguesía, que emergió en una ciudad tan industrial como la que nos ocupa, se adherió a estos nuevos estílos arquitectónicos, en la que se reflejaba la profunda relación entre la técnica y las artes decorativas. El estilo Liberty, como se denominó en Italia al art nouveau que predicaba la ruptura con la pacatería moral del siglo XIX y el renacer de las sensibilidades místicas, eróticas y oníricas, está evocado por las creaciones extravagantes de los prolíficos diseñadores.
El estilo Liberty, fue la variante italiana del Art Nouveau, que floreció aproximadamente entre 1890 y 1914. También se le conocía como stile floreale, arte nuova o stile moderno, Tomó su nombre de Arthur Lasenby Liberty y de la tienda que este fundó en 1874 en Londres, Liberty Department Store, que se especializaba en importar adornos, textiles y objetos de arte de Japón y el Lejano Oriente.
Los principales diseñadores italianos que utilizaron este estilo incluyeron a Ernesto Basile, Ettore De Maria Bergler, Vittorio Ducrot, Carlo Bugatti, Raimondo D’Aronco, Eugenio Quarti y Galileo Chini. Estilo nutrido de entusiasmo, se desarrolló en un contexto histórico de creciente ambiente sombrío que conducirá en 1922 al régimen dictatorial y fascista de Benito Mussolini. Este arte floreal fue sustituido por el raqcionaismo y futurismo en el momento en que Italia estaba siendo dominada por el fascismo.
Casa Campanini en la via Bellini. Era la casa particular del arquitecto y la ideó hasta en su más mínimo detalle. La puerta de entrada está franqueada por dos cariátides de cemento. La representación de lo femenino fue una constante en el art nouveau
Art noveau italiano
Las artes decorativas italianas se convirtieron en las “intérpretes del deseo de progreso de una nación que acaba a penas de encontrar su unidad”,eran herederas de la tradición artesanal y artística ebanistas, ceramistas, maestros vidrieros, tapiceros y otros aplicados maestros trabajaron en colaboración con artistas plásticos destacados para crear un verdadero estilo italiano que se colocaría a la cabeza de las escuelas mundiales de diseño en el siglo pasado. Este periodo de “creatividad extraordinaria” de obras de mobiliario, ebanistería, cerámica, cristalería, pinturas y tapicerías.
El estilo Liberty, como otras versiones del Art Nouveau, tenía la ambición de convertir objetos cotidianos, como sillas y ventanas, en obras de arte. A diferencia del Art Nouveau francés y belga, basado principalmente en la naturaleza, el estilo Liberty estuvo más fuertemente influenciado por el barroco, con ornamentos y colores muy fastuosos, tanto en el interior como en el exterior. El poeta y crítico italiano Gabriele d’Annunzio escribió en 1889, cuando el estilo apenas comenzaba a desarrollarse, “el genial libertinaje sensual de la sensibilidad barroca es una de las variantes determinantes del Art Nouveau italiano”.
En cuadrilatero de la moda no faltan notas de exotísmo, como los flamencos rosados de la Villa Inverizzi. que bien merece la pena explorar.
Photo Miriam Lafuente Soler y Laura Gobernado