El Belén sigue siendo el símbolo más preciado y distintivo de la Navidad e invitamos a contemplar el de la Iglesia de Santa María presso San Sátiro que representa el nacimiento de Jesús y, a través de sus figuras, regala un mensaje de paz, esperanza y sencillez.
Milan, Italia.

Iglesia de Santa María presso San Sátiro. Un particular icono milagroso con una antigua leyenda. Una de las iglesias que ha cambiado la historia de la arquitectura. En su interior se encuentra un espacio rico en decoraciones, armónico y monumental.
Un poco de historia y una leyenda
En el Siglo IX, el noble milanés Ansperto da Biassono fundó una iglesia con capilla y campanario dedicada a San Sátiro, hermano de Sant’Ambrogio, el Patrón de Milán. De formas prerrománicas, el campanario todavía en pie, es uno de los más antiguos de la ciudad y en esa época era un punto de referencia para quienes se dirigían al xenodoquio, (lugares que funcionaban tanto como hospitales como para dar albergue gratuito a los peregrinos). En 1242, en la parte externa de la iglesia se encontraba un altar con una Virgen con el niño, la cual fue apuñalada una noche por un militar borracho.
El hombre dio el golpe en la yugular del niño que milagrosamente comenzó a sangrar. A partir de ese momento comenzaron peregrinajes de fieles y los pobladores de la zona decidieron fundar una cofradía para cuidar el culto de la imagen milagrosa; se amplió la iglesia y la Virgen fue llevada para el interior de la iglesia (la figura de la Virgen y el Niño se encuentra en el altar de la iglesia ) En la segunda mitad del siglo XV, a raíz de una gran devoción popular, se acometió la construcción de una nueva iglesia dedicada a María. En 1478, la Cofradía compra la vecina Taverna della Lupa para crear un templo mayor. En la parte trasera de la iglesia había una calle que no se podía cerrar y que impedía que el edificio se extendiera, comprometiendo la armonía de la estructura.

Esta obra maestra marca un pasaje importantísimo en la arquitectura pues por primera vez la perspectiva – que había nacido para medir el espacio – se convierte en un medio para crear un espacio que en realidad no existe.
Trompe l’oeil
El duque de Milán contrata al arquitecto Donato Bramante quien propuso una solución atípica e innovadora para esa época. Es conocido por ser uno de los arquitectos más importantes e influyentes de su época . Bramante desarrolló un estilo arquitectónico caracterizado por la simplicidad, la armonía y la proporción clásica, que influyó en toda la arquitectura renacentista posterior.En 1478 Bramante llega a Milán y recibe comisiones muy importantes por parte del duque Ludivico el Moro que aspira a crear una gran señoría y a innovar la ciudad bajo las nuevas ideas del Renacimiento.
La iglesia Santa Maria presso san Satiro, será el primero de esos encargos. Bramante aprovechó el reducido espacio de la iglesia y creó un falso ábside que mide 97 centímetros en lugar de los 9 y 70 metros previstos en el proyecto original.En menos de un metro crea un falso coro utilizando la perspectiva. Bramante supera la lógica de la perspectiva florentina y elabora su idea de conversión del espacio real y el espacio ilusorio, de tal manera que la perspectiva se pliega a la exigencia de las invenciones y no al revés. El escape de la falsa perspectiva de San Sátiro es considerado el precursor de todos los ejemplos de trompe l’oeil que vinieron después; en su perfección, el grosor del ábside disminuye gradualmente desde el primer plano hasta el fondo. La estructura actual del edificio muestra un lenguaje arquitectónico profundamente bramantesco, que sienta las bases para la renovación de la arquitectura milanesa en un sentido clásico y renacentista, con fuertes referencias a Leon Battista Alberti y Brunelleschi.

Bramante aprovechó el reducido espacio de la iglesia y creó un falso ábside que mide 97 centímetros en lugar de los 9 y 70 metros previstos en el proyecto original. En menos de un metro crea un falso coro utilizando la perspectiva.
Cambiar la perspectiva y ver el entorno con ojos de asombro, como se haría en un viaje: el belén de San Sátiro
En el altar se encuentra una bóveda de cañón que sugiere un espacio mucho más alto de lo que realmente es por exigencia de espacio y sin posibilidad de crear una planta a cruz, Bramante creó una ilusión óptica. Detrás del altar de esta iglesia me pareció contemplar un cielo estrellado en una noche oscura. . En ese marco impresionante creado por el Barmante, en el suelo delante del altar se ecuentra el Belén que invitamos a contemplar esta navidad en Milán.
En la Antigüedad, se asociaban los fenómenos extraños de la naturaleza con grandes acontecimientos de la historia como el final de una era o el nacimiento de un reyes. Los magos de oriente, sabios que adivinaban el futuro en aquella época, creían que esa estrella anunciaba el nacimiento del rey de los judíos. En aquella época, Saturno, Júpiter y Venus, coincidieron en el cielo formando una estrella fulgurante, como estos plantas eran considerados dioses esa unión precedía el nacimiento de otro dios. Según los escritos bíblicos, los Reyes Magos viajaron siguiendo una estrella hasta el lugar en que Jesús había nacido, y es por eso que en Navidad cuando se representa el nacimiento del niño Jesús nunca falta una estrella. En el Belén que os invitamos a contemplar se percibe el polvo de estrellas quee caen del cielo. La luz estrellada se logra con la iluminación creada desde el suelo y desde lo alto. Parece que estamos asistiendo a una representación teatral en un escenario decorado por ángeles que revolotean. Las notas del ógano te elevan más y más hacia la cúpula de armonía perfecta del Bramante.Si una estrella guió a los magos de Oriente hasta Belén, la magia de una bóveda nos lleva al pesebre.
Dios continúa despojándose de sí mismo, bajando del cielo para estar presente con nosotros sacramentalmente bajo las apariencias del pan y del vino. Continúa el misterio de su Encarnación encarnándose en cada Misa, alimentándonos con su Cuerpo y con su Sangre, que es otro misterio que conmovió a san Francisco tan profundamente al contemplar la humildad de nuestro Señor. Si en estas fechas el Arte nos trasportara al cielo, evitaríamos caer en el estrés navideño de compas, regalos, preparaciones y, muchas veces, forzosas falsedades. El belén forma parte del dulce y exigente proceso de transmisión de la fe. Feliz Navidad.
Santa María presso San Sátiro, Via Torino, Milán.
Photo Eva Vara Morán y Vittoria Curcio




