
CARTIER-BRESSON, LA ETERNIDAD EN UN INSTANTE
CHINA 1948-49/1958. EN EL MUDEC DE MILÁN, UNA EXPOSICIÓN CON FOTOS MÍTICAS DEL “OJO DEL SIGLO “.

SU SUEÑO ERA SER PINTOR PERO PASARÍA A FOTOGRAFÍA. “TUS PRIMERAS DIEZ MIL FOTOGRAFÍAS SON LAS PEORES”, DIJO DESPUÉS DE AÑOS DE TRABAJO.
Myriam Lafuente Soler, giornalista spagnola (di Alicante), collabora per Agenda Viaggi scrivendo in spagnolo e inglese. Ci racconterà con i suoi articoli, le sue emozioni e i suoi punti vista. Una scelta inedita, che aggiunge un tocco internazionale al nostro magazine online.

Milan, Italy.
EL OJO DEL SIGLO XX
Henry Cartier – Bresson, padre del fotoperiodismo, la fotografía callejera y reportaje. Nació en París en el seno de una familia rica e influyente en 1908 y murió en 2004, habiendo alcanzado una gran fama y habiendo retratado a personajes importantísimos del siglo XX como Matisse, Coco Chanel, Edith Piaf, Albert Camus, Francis Bacon, Stravinsky, Marc Duchamp, Jean Paul Sartre, Gandhi, Martin Luther King, Nixon, Marilyn Monroe o Picasso, y fotografías de los acontecimientos más importantes del siglo pasado. Cofundador de la agencia Magnum, la cual tenía el objetivo de librar al fotógrafo del control editorial ejercido por las revistas gráficas.
El Museo de Arte Moderno de Nueva York lo denominó el fotógrafo más importante del siglo XX, aunque a él le espantaba la idea de serlo porque toda la vida intentó pasar desapercibido para fotografiar con frescura. Llegaba al lugar donde deseaba en silencio, de esa menra todo se desenvolvía con completa naturalidad. Sabía que, a las personas les podía intimidar que alguien quiera sacarle fotografías. Tomaba fotos a escondidas -como agazapado- para captar la esencia, la realidad de lo que ocurría.
EL INSTANTE DECISIVO
La Leika era una extensión de su ojo, una cámara pequeña y manejable. Poner cabeza, ojo y corazón en el mismo punto de mira era para él la fotografía. En una fracción de segundo trataba de captar la esencia de una escena, sin abandonar nada a la improvisación siendo el resultado fruto de una basta preparación y formación.
Toda su obra gira sobre la idea “el instante decisivo”, ese instante preciso y fugitivo para hacer un clic y dar con la imagen más expresiva de la escena. El instante decisivo lo podríamos definir como el momento en que una fotografía es capturada oportunamente, compuesta con belleza y cuyo contenido es sustancial. Capturar el momento más expresivo y fundamental de la escena, hacen una escena única, por su geometría, porque el mensaje transmite una sensación o porque es único. Fotos que alcanzan la eternidad en un momento único. Cartier – Bresson daba importancia al azar en la fotografía pero en sus composiciones no había nada dejado a la casualidad; todos los elementos tienen un motivo una razón en su posición, hay intencionalidad. Una vez estaba todo preparado se esperaba pacientemente hasta conseguir el momento decisivo para tomar la fotografía con esa tensión deseada. La idea que tiene en mente mientras mira el teleobjetivo es captar un momento premonitorio, de ahí que siempre estén cargadas de tensión.
EL PLACER INTELECTUAL DE LA GEOMETRÍA
Lo más importante para Bresson era la comunicación, el ser testigo de lo efímero. La fotografía era para él, en un mismo instante, el reconocimiento simultáneo de la significación de un hecho y de la organización rigurosa de las formas, percibidas visualmente, qu expresan y significan en ese hecho. “El reconocimiento de un orden, la mayor alegría para mí es la estructura, el reconocimiento de un orden. La diferencia entre una buena fotografía y otra mediocre es una cuestión de milímetro, una pequeña diferencia pero esencial. Mi placer está en establecer relaciones”. No retocaba las fotos, la naturalidad la valoraba por encima de todo y la única manera para él de cambiar algo era haciendo otra fotografía. Del mismo modo que no le gustaba la luz del flash por considerara artificial.
UN GRAN VIAJERO. EL PLACER DE ESTAR EN LUGARES CON TENSIÓN
En un momento histórico donde viajar no eran tan habitual, el fotógrafo francés captó con su cámara escenas en lugares lejanísimos de su patria, momentos cruciales de la historia. Le gustaban los lugares donde se palpara una tensión. “Si voy a un sitio me gusta sacar fotos que concreten una situación, que con una mirada lo tenga todo. Y que tenga una fuerte relación de formas, que para mí es esencial, es un placer visual . Viaja muchísimo y está considerado el ojo del siglo: guerra civil española, China de la revolución, la ocupación nazi de Francia, la del muro de Berlín, el funeral de Gandhi…En la guerra fría de la URSS fue el único fotografo al que se le permitió hacer fotografías. A través del ojo de su objetivo estuvo en el lugar adecuado para contar lo que estaba sucediendo. En China fue para dos semanas en 1948 comisionado por la revista LIFE y se quedaría dieciséis meses. El fotógrafo francés pensaba que se necesita tiempo para comprender un país y los acontecimientos por lo que estaba atravesando el mismo. Para el mítico fotógrafo los hechos no eran tan importantes sino el punto de vista, en la fotografía tiene que haber evocación. Fotografías que se puedan estar mirando por más de dos minutos, lo cual es extremadamente largo…. Fotografías que se puedan mirar una y otra vez, no hay tantas (según el fotógrafo francés).
CHINA , KUOMINTANG Y EL GRAN SALTO ADELANTE
En el Espacio Mudec Photos de Milán podemos contemplar un corpus de estampas pertenecientes al archivo del fotoperiodista francés junto a publicaciones de revistas importantísimas de esa época como LIFE. La exposición hace un recorrido por la historia de China, desde la caída del Kuomintang y la instauración del régimen comunista. 1948-1949 el “gran saldo adelante” de Mao Zedong en 1958 que Bresson hizo con su Laika. Fotografías de un gran narrador con una cámara fotográfica. La historia no se aprende solamente en los libros, sino viajando o viendo fotografías de los que viajaron. Para entender este periodo de la historia estas fotografías son de especial ayuda. La imagen ayuda a entender.
Photo Miriam Lafuente Soler